lunes, 9 de septiembre de 2013

La montaña de las torres (Parte I)

Primera parte de un cuento que escribí para un proyecto de booktubers.
I
Kimmy y Leny
Leny ya no se acordaba como y cuando había aparecido, ni siquiera estaba segura de nada, absolutamente nada de lo que ella sabía, existió un antes, un tiempo en el que todo era perfecto cuando vivía con su familia. No sabía de qué manera pero sí que todo se relacionaba con la montaña, aquella que se vislumbra lejos, en medio del agua, en medio del lugar en el que según Kimmy todos murieron.
- Kimmy, ¿Es cierto que antes el cielo era azul?
- Si, Leny el cielo era azul y había pájaros volando ¿ya no te acuerdas?
- Siento que estoy en un sueño y un día despertare y veré de nuevo a mi madre.
- No, Leny esto es la realidad no estamos soñando.
- Lo sé, es solo que extraño a mi familia, ¿Qué es lo que habrá allá en la montaña?
- No lo sabemos Leny, solo sabemos que si vas allá te mueres- contestó Kimmy, le mintió porque era necesario, necesario para él.
Más o menos, así eran las pláticas entre Kimmy y Leny. Algunas veces hablaban de que podría haber vida en otra parte, Kimmy se encargaba de recordarle que en caso de ser así, no podrían saberlo mientras tanto solo se tenían ellos dos, el uno al otro para protegerse.
Kimmy un chico alto, pero demasiado delgado (como no estarlo después de todo lo que ha tenido que enfrentar), cabello oscuro, lacio y abundante; le gustaba dejárselo crecer un poco por la parte de enfrente, el negro cabello que medio tapaba las cejas rectas y pobladas de Kimmy, contrasta con sus ojos verdes, sus labios son prominentes, bien marcados, pero hay algo en él, que lo hace más interesante aún, lo hace más atractivo que ese porte varonil, su voz, una voz que es difícil de describir, pero es ese tipo de voz que quieres escuchar una y otra vez. Kimmy observaba detalladamente a Leny, quien era unos pocos centímetros más
pequeña, tenía una buena figura a pesar de la escasez de alimento a la que obligadamente se sometía, cabello castaño semi ondulado, ojos grandes, color café; él sabía que ninguna mujer que conoció antes tenía un rostro tan hermoso, con esos ojos tan dulces e inocentes; labios finos, le parecía hermosa aunque más que su físico, lo que realmente le importaba saber, era que es lo que pensaba, ella siempre estaba soñando con el pasado, Kimmy sentía miedo que esa obsesión de Leny por el pasado, terminara separándolos, él se da cuenta que ella está a punto de decirle algo.
-¿Por qué no me dejaste morir ese día?
- No pude Leny – Contesto, con una tristeza en los ojos.
-Dejaste morir a tu mamá por salvarme.- dijo con firmeza-!Vamos Kimmy! ya no soy una niña, ¿Qué te hizo dejar a tu madre moribunda en el suelo? ¿Por qué me salvaste? ¡Ya¡ merezco saberlo.- dijo con un tono muy irritado.
- Leny, mi madre ya no tenía salvación, tu si, aún estabas con vida.
- Esa, no fue la única razón, tu viste algo lo vi en tus ojos, no estaba tan pérdida, recibí un golpe en la cabeza, pero distinguía podía ver todo aunque no podía hablar, actuaste extraño, vi una mirada en ti que nunca había visto, Kim, luego esa luz, después nada, no puedo recordar nada, sólo a ti rodeando mi cuerpo para calentarlo, para que no muriera de hipotermia…
- Fue el golpe, el frío, la conmoción, lo imaginaste…
- No, por favor no me trates como si estuviera loca, creo que nunca me lo dirás, -Se resignó Leny- quiero ir a la montaña…
- ¡NUNCA! - Grito Kim – Júrame que nunca iras a la montaña.
- Está bien, ¡Qué genio¡ apagaré el fuego para dormirnos.



No hay comentarios:

Publicar un comentario